¡Qué tiempos aquellos en que la tele tenía los mismo botones que un babi de Tinoco, tres!. Uno del UHF otro pa el VHF y el que tu madre con voz cariñosa y la alpargata en la mano te gritaba !Pa apagá, el de la derecha joé! Dos canales na más y si quería sintonizar otro tercero, te tenía que amarrar el Vanguar de 25 pulgadas a la espalda y tirarte con él desde el Canal al angelito.
Una tele que si quería ver la repetición de un gol del Cádiz te tenía que esperar a encontrarte a Machicha en La Meca del pantalón pa que te contara cómo lo marcó. No se conocía la palabra parrilla; eso es nuevo desde que los filetes se hicieron dueño de las barbacoas modernas. La programación se limitaba a Un globo, dos globos, tres globos, Estudo 1 o Bonanza. En mi casa se veía tanto Bonanza que el convoy alto rubio vino a la comunión de un hermano mío. ¡Fíjate la confianza que había con el convoy!
Y todo esto viene a cuento por los cambios de canales que vamos a tener que hacer dentro de unos días. ¡Cómo no hay cosas que cambiar más importantes en España!, pues nada, a mover canales, que eso lo hace uno cuando tiene destemplanza o tu pareja te ha dejao por uno más viejo que tú.
El sábado tendremos que cambiar la hora, los canales y ver los cambios de Ancelotti, como la parienta me diga que quiere cambiar los visillos pa deshollinar que corto cuello.
Una cosita antes de irme al ministro de industria. ¿dónde veo yo ahora el Canal de Caza y Pesca? ¿Dónde me los vas a poner?, que tenía el mando del Canal Satélite camuflao de color de anguao para un banco de lisas, que esperaba para el lunes en el dial 45.
¿Y el Canal de Viajar, que quería hacer yo un crucero desde el butacón a Estambul el dominguito en el 56? ¿Qué hago ahora hio? Anda y dile a Mariano que se deje de distraer al pueblo haciendo un sudoku con el mando de la televisión y que cambie a Ana Mato, que esa si que tiene agüilla.
He dicho.
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