4 abr 2017

De Cuaresma con… Ruiz Gené

EDITADO EN CADIZDIRECTO.COM

Manuel Ruiz Gené, joven de edad pero con la experiencia que le ha dado llevar bastantes años al frente de los pasos gaditanos, tanto misterios como de palio. Actualmente es el capataz general de la Archicofradía de las Penas y se estrena con el martillo en el paso de misterio del Cristo viñero de la Misericordia.



¡Va el primero Manuel!

Para ti un cargador, ¿qué debe de tener claro? ¿Se va a trabajar o hacer estación de penitencia?
Se va a trabajar en una estación de penitencia. Trabajo, además, que tiene que hacer en grupo, lo que es más difícil aún. Un trabajo no remunerado, o pagando su sitio en el cortejo la mayoría de las veces, como cualquier otro componente del mismo. Un trabajo por afición, pero donde el cargador nunca debe perder de vista lo que está haciendo y dónde lo está haciendo. Un trabajo físico para llevar a Nuestro Señor y a su Bendita Madre de la forma y manera que tenemos las cofradías de entender y expresar nuestras creencias por las calles de nuestra ciudad.

Un trabajo, en definitiva, que es fundamental dentro del cortejo que las cofradías ponen en la calle el día más importante del año, como es su salida procesional, dando testimonio de lo que somos: una asociación de la Iglesia que vive la fe cristiana en comunidad durante todo el año, haciéndola pública por las calles ese día.

¿Son conscientes los cargadores de la responsabilidad que tiene sacar una Imagen a la calle?
Deberíamos de ser conscientes los capataces y, sobre todo, las juntas de gobierno que depositan dicha responsabilidad en nosotros. No es una decisión que se deba tomar a la ligera el elegir a alguien que sepa que la responsabilidad de sacar una Imagen no tiene nada que ver con ponerte un traje negro, sino que es mucho muchísimo más. Si ese camino se cumple, los cargadores serán conscientes de esa responsabilidad.

¿Se ha perdido el pañuelo de seda en el hombro y es una pena…?
Se ha perdido y es una pena. Muchos aún llevan el suyo antiguo, o el de su padre o abuelo, cada vez que se meten debajo de un paso, aunque no le den la utilidad que tenía. Así que no se ha perdido del todo, y la pena, es menos pena…

Los capataces antiguos eran muy reacios a meter gente joven en la carga, ¿quiere decir que hoy es cargador cualquiera?
Los capataces antiguos se movían con su gente y, habitualmente, por dinero como es lógico. Por lo tanto, si no pertenecías a su círculo o cuadrilla no te metían en los pasos.
Los “niños”, entraban con cuenta gotas en los pasos, haciéndose poco a poco con el sitio. Para ello tenían que demostrar la valía bajo los pasos a los capataces y a los “veteranos”, cosa que hoy no hay que hacer. Hoy, cuando vienen las duras, para algunos chavales que aún no saben nada de esto, creen que todos son malos menos ellos, o simplemente se quitan de en medio, habiéndose perdido, en gran medida, la capacidad de sacrificio y el compañerismo. Y también fueron entrando, sobre todo, conforme iban haciendo falta por la desaparición paulatina de los “asalariados”.
Ahora es cargador cualquiera, así es, no hay que pasar esos “exámenes”. Distinto es que sea bueno o malo, como siempre ha ocurrido. Es más, me atrevería a decirte que, aunque la generalidad acarrea siempre injusticias, en ocasiones, hasta se ha perdido la jerarquía que debe de existir en la organización de cualquier colectivo. Algunos cargadores quieren que los capataces los coloquemos en este o aquel sitio, hacer ésta o aquella calle, etcétera.
Esto ocurre porque este mundo se ha viciado con el paso de los años y, sin duda, es por nuestra culpa.

¿Por qué algunos capataces pagan dinero por coger un martillo, con la de ofertas que hay en el Leroy?
Jajajajajajaja….. Supongo que no les llegará la publicidad…

En la relación Iglesia-cofradía, ¿vale el dicho de: “donde hay patrón no manda marinero”?
Así debe ser. La iglesia es jerárquica y formamos parte de ella. Es decir, por encima de nuestras juntas de gobierno o cabildos de hermanos, están las instituciones religiosas que son, en última instancia, a quienes nos debemos. Si no estamos de acuerdo con esto, la puerta siempre está abierta para irnos a nuestras casas.

Un capataz, ¿Dónde tiene más presión a la hora de formar una cuadrilla, en una cofradía de barrio o en una de centro?
Si te soy sincero, no sé a qué te refieres con la “presión a la hora de formar una cuadrilla”. No entiendo la presión para formar una cuadrilla, hay cuadrillas más fáciles o más difíciles de formar que otras atendiendo a la devoción de la Imagen, la idiosincrasia de la cofradía o por donde radica la hermandad, barrio o centro. Y hay hermandades también, digamos que más miradas por los cofrades, no sólo en la carga, sino en todos sus aspectos, por lo que significan o porque son un referente, como ocurre en todos las ciudades.
Lo mismo no te he respondido a tu pregunta, pero es que realmente no creo que haya presión a la hora de formar una cuadrilla dependiendo si la hermandad es de barrio o de centro, simplemente tienen sus peculiaridades diferenciadas, donde también entra la carga.

¿A qué paso se le saca más partido en la calle a uno de palio o a un misterio?
A los dos se les puede sacar el mismo partido pero cada uno en su estilo. Si nos estamos refiriendo a movimientos con los pasos, un Misterio es mucho más espectacular y permite ciertos movimientos, dependiendo de la hermandad, que un palio no debiera. Pero esa es mi manera de entender este mundo que, por supuesto, no tiene por qué ser compartida.
Es un apartado bastante extenso donde podríamos debatir muchas personas con gustos completamente distintos.

¿Tú tienes un acuerdo con la casa Tórtola para obligar a tus cargadores a usar el modelo “tenis puntera gorda sin tacón”?
Jajajajajaja… Claro. Por aquello de que mi padre ha tenido una zapatería, tengo ciertos contactos con determinadas marcas y entiendo algo de tenis de puntera gorda sin tacón…. Jajajaja….

¿El cargador gaditano debería de probar otros estilos de carga para educarse, no sólo el hombro sino también la mente?
Eso depende si la persona en cuestión tiene esas inquietudes. Pero no por probar otros estilos de carga tiene por qué educar la manera de entender este mundo y, mucho menos, educar la mente.
Son simplemente experiencias distintas y, casi siempre, enriquecedoras. Aunque sean muy distintas en lo externo y maneras de trabajar, cuando te metes debajo de un paso, sea donde sea, las vivencias son muy similares.
En cuanto a educar la mente, independientemente de los estilos, siempre depende de los sitios de los que estemos hablando. No es lo mismo la mentalidad de un costalero sevillano que el de un costalero de cualquier otro sitio.
Sevilla, tiene en sus genes, grabada y enraizada la Semana Santa. Ellos la viven y entienden a su forma y manera, habiéndola convertido con el paso de los siglos en su “fiesta grande”. Eso se traduce en todos los ámbitos, entre ellos la carga. Trasladar eso a otras localidades, como puede ser Cádiz, es simplemente imposible. Para vivir ciertas cosas y entender muchas de ellas, lo mejor es vivirlas y, sobre todo, disfrutarlas, al menos para mí.

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